lunes, 5 de octubre de 2009

Weah vs Drogba

George Tawlon Manneh Oppong Ousman Weah, nació el 1 de octubre de 1966 en Monrovia, Liberia.

En 1988 fichó por el AS Mónaco francés, del que en 1992 pasó al PSG, con el que ganó una Copa de Francia (1993) y una Copa de la Liga (1994). Su actuación en la Liga de Campeones de Europa le valió ser fichado en 1994 por el AC Milán, con este equipo ganó varios scudettos, el último de ellos en 1998-99. También obtuvo tres veces el Balón de Oro africano (1989, 1994 y 1995), una vez el Balón de Oro europeo (1995), y fue elegido por la FIFA el mejor futbolista del mundo en 1995. Se mantuvo en el elenco rossonero hasta 2000, año en que fichó por el Chelsea F.C. inglés. Luego pasó al Manchester City, y de ahí volvió a Francia; el Olympique de Marsella sería su último equipo en Europa. Después de jugar en el Al Jazira de los E.A.U., se retiró de la actividad en 2003.

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Didier Yves Drogba Tébily, nació el 11 de marzo de 1978, en Costa de Marfil.

Drogba hizo su debut profesional a los 18 años en la Ligue 2 con el Le Mans. Después de mostrarse con este equipo, firmó un contrato profesional a los 21 años, pero no fue hasta la temporada 2002-03 cuando mostró todo su potencial, al anotar 17 goles en 34 partidos con el Guingamp en la Ligue 1. Al poco tiempo fue contratado por el Olympique de Marsella en el 2003, siendo con este equipo el tercer máximo goleador de la Ligue 1 en la temporada 2003-04 con 19 anotaciones, y llegó a la final de la Copa de la UEFA.

Drogba llegó al Chelsea en la temporada 2004-05 donde lleva marcados 100 goles.

Adjunto un par de joyitas para inclinar su decisión…

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jueves, 1 de octubre de 2009

A falta de D10SES, buenos son Papas

Cuando se caen los dioses, algo debe reemplazarlos.

Diego Maradona, consciente de su mortalidad (al igual que todos los argentinos y fanáticos del futbol a nivel mundial) luego de sendas palizas recibidas en la Elminatoria Suramericana al Mundial 2010, busca desesperadamente trocar su antigua divinidad por algo, lo más cercano posible a su desmantelado ex-estatus.

Luego de recibir un puntapié en salva sea la parte por parte de San Pedro, y dejar -casi- definitivamente la compañía de los Ganeshas, Jesucristos, Jehovás, y Pachamamas, para debatirse entres Zoroastros, Odines, Shivas, Júpiters, Quetzalcóatls, esmeraldas Umiñas y demás deidades finadas, el Dié salió al paso de los cuestionamientos cual Jimmy Montanero, con los tapones de punta.

Las declaraciones maradonianas de la pasada semana pasada no dejan lugar a dudas. Frente a las cámaras y los micrófonos de los cronistas deportivos, manifestó muy a su estilo que en cuanto a la dirección técnica de la selección albiceleste, a él no sólo que nadie le impone nada, sino que nadie puede ni siquiera sugerirle algo.

Y ahí lo tenemos; la clásica habilidad maradoniana de la transmutación (en cancha y fuera de ella) rinde una vez más sus frutos. De acuerdo con sus declaraciones, el Diego Maradona DT goza del raro atributo de "infalibilidad", propio de los Sumos Pontífices de la religión Católica, Apostólica y Romana. Si ni siquiera Joseph Ratzinger se atrevió hasta ahora a una declaración de este tipo, queda claro que tenemos en El Diegote al único ser humano que reúne la condición sine qua non para dirigir el Vaticano, por supuesto, luego de hablarlo con Dalma & Giannina.

Habemus.